Conoce a los artistas de Vik: Diana Navarrete
La exposición permanente de Vik tiene como intención mostrar el arte en todo su espectro, a partir de la visión de distintos artistas que permiten transportar a diferentes mundos a quienes visitan el Retreat.
Diana fue la encargada de presentar su arte en la habitación que más tarde llamó “La Marcela”, donde expuso una pintura potente y muy particular que funciona como reconocimiento del icónico “Divino Anticristo”, un personaje en situación de calle que vive en el centro de Santiago, específicamente en el barrio Lastarria, cercano a la estación de metro Universidad Católica.
“Estoy agradecida de que esté esta obra en Vik. Es un reconocimiento a su historia.” Señaló la artista.
La participación de Diana en Vik ocurrió por casualidad. Alex y Carrie Vik visitaron la exposición de otro artista con quien ella compartía taller. Fue allí en que Alex quedó impresionado con su obra y decidió que fuera parte de una de las habitaciones del hotel.
“Cuando Alex vio la obra le encantó”, mencionó la artista mientras cuenta la historia del descubrimiento.
El cuadro del Divino Anticristo tiene una larga historia, fue creado en 2006 y tardó seis meses en ser terminado. Sin embargo, el proceso de creación fue mucho más largo.
Cuando Diana estudiaba arte acudía con frecuencia al barrio Lastarria, en el centro de Santiago. En ese lugar habitaba el personaje emblemático que se paseaba con un carro de supermercado y que traía consigo una serie de artículos que le adornaban. Allí, el Divino repartía sus escritos. Textos elaborados que trataban sobre distintos temas.
“El hurgueteaba en los basureros, tenía las manos muy sucias, su atuendo, su habla con un tono muy agudo. Pasabas por afuera y te decía cosas. Para mi era un personaje muy cotidiano y me llamaba la atención la gente que no tenia hogar y personas que eligen vivir en la calle…El divino entregaba textos impecables y pulcros…es muy heavy como él se preocupaba de que su obra se entregara perfecta. Como corresponde”. Mencionó la artista visual
Una de las anécdotas del proceso ocurrió cuando se acercó al Divino Anticristo y le preguntó si podía pintarlo. Él le contestó que debía realizar dos pinturas, uno para ella y uno para él. En ese momento, le dio una serie de instrucciones de cómo quería ser ilustrado. Sin embargo, luego cambió de opinión y la echó del lugar.
Por otro lado, los textos que acompañan la imagen del icónico personaje surgieron cinco años después y fueron añadidos luego de terminada la obra, en honor a los escritos que realizaba el personaje con letras de maquina de escribir, una especie de conmemoración a los textos que él desarrollaba durante sus días.
La pintura cuenta una historia especial sobre la vida en la calle y la de este particular individuo, pero además refleja el paso de los años y cómo el tiempo ha dejado su huella desde que fue terminada. Es posible apreciar tajos en la tela y marcas de cuerda con la que fue transportada en su momento, dándole un particular toque. Sin duda una obra imperdible.
Si quieres conocer a profundidad todo el proceso detrás de la habitación “La Marcela” revisa la entrevista completa aquí. Además, puedes encontrar las obras de Diana en este enlace y ver el resto de sus trabajos.
Te invitamos a reservar en nuestro exclusivo Retreat, descubrir esta obra en primera persona y a vivir una experiencia única.